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La parafina

El extendido de la parafina sobre la tabla, además de su claro carácter práctico, supone uno de los rituales propios del mundo del surf. Se dice que este ritual, previo a la entrada al agua, y con la vista puesta en la rompiente, suele prolongarse más y más en función de lo grandes que sean las olas. El movimiento rítmico del brazo deslizando la pastilla de parafina, la concentración de ese momento, se convierte en el prólogo a la entrada en otro mundo. El del mar y sus olas.

La parafina es un derivado del petróleo compuesto por hidrocarburos saturados o parafínicos. La aplicación de parafina en la tabla tiene por objeto evitar que su superficie sea resbaladiza, procurando un agarre máximo.

En un principio no se utilizaba parafina, y a la falta de adherencia se le buscaron soluciones alternativas como adherir parches de caucho o materiales similares para evitar los resbalones. También se utilizaban técnicas como la «textured deck”, que consistía en acabar la tabla en su parte superior con un barniz o resina impregnada con arena, azúcar o polvo de foam. De esta forma se conseguía una superficie rugosa que proporcionaba mayor agarre, pero también provocaba heridas en las rodillas, pies, brazos y muslos.

Izquierda: Poster del evento. Derecha: ticket de admisión y pegatina

Izquierda: Poster del evento. Derecha: ticket de admisión y pegatina. Imagen por cortesía de Surfing Down South

Se cree que el primer uso de la parafina aplicado al surf se remonta al año 1935, cuando Alfred E. Gallant, un surfista de Palos Verdes en California, se dio cuenta de que la cera que su madre aplicaba en el suelo de su casa era un excelente antideslizante. En aquellos años no existían pastillas propiamente producidas para el marcado surfista, por lo que a los primeros surfistas australianos no les quedaba otro remedio que comprar trozos de parafina sintética de marcas como Ampol, ESSO y BP, que se podían adquirir en droguerías y farmacias. De hecho, Ampol patrocinó el campeonato mundial de 1964 en Manly. Ese mismo año la tienda Jack’s Surfboards de Huntington Beach comenzó a vender pastillas de parafina bajo el nombre “Surf Wax”, presentada con una variedad de colores según la temperatura del agua: cera azul si el agua estaba más fría que 18 grados, roja entre 18 y 22 y púrpura para más de 22. Surgía así un nuevo producto con infinidad de marcas, variantes y colores.

En la actualidad, utilizando alternativas naturales como la resina de pino, se ha conseguido que este producto, tan fundamental para la práctica del surf, sea el primero en demostrar las posibilidades de los productos medioambientalmente respetuosos.

 

  2017  /  Noticias  /  Última actualización: noviembre 8, 2017 por Océano Surf Museo  / 

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