La influencia que ejerció Duke sobre las nuevas generaciones americanas alcanzó a un joven que conoció en Detroit en 1920. Su nombre era Tom Blake (1902-1994). No se sabe si impresionado por la figura de Duke, Blake se trasladó a California en 1921 en donde inició una prometedora carrera como nadador y socorrista, y comenzó a surfear. Blake fue uno de los grandes innovadores de la historia del deporte.
En 1924, siendo aún un principiante, se embarcó en un vapor rumbo a Hawaii con el objetivo de dedicarse a la práctica de los deportes hawaianos por excelencia: el remo, la natación y el surf. En la segunda de sus visitas a las islas, en 1926, y fascinado por la historia del surf, visitó el Museo Bishop de Honolulu, y se interesó por la colección de tablas de surf del museo. Impresionado por un par de enormes olos, Blake los estudió minuciosamente a la búsqueda de detalles de diseño de aquellas primeras tablas que tal vez se habían perdido durante los años oscuros del siglo XIX. Tomando como modelo un olo tradicional, practicó a una de sus tablas cientos de agujeros y la laminó con madera contrachapada. Creaba así la primera tabla hueca, más ligera que las usadas en esa época, más maniobrable y con mejor flotación, lo que permitió a mucha más gente acercarse al deporte.
En 1927, junto con su amigo Sam Reid, fue el primero en surfear en la playa Malibu, dos años antes de que esta parte de la costa fuese abierta al público.
Pero la gran aportación de Blake a la historia del surf fue la aleta estabilizadora, ideada en 1935. Sin embargo la quilla de Blake tardó en ser aceptada, y no fue hasta principios de la década de 1940, cuando se comenzaron a fabricar todas las tablas con quilla.
En 1937, antes de la irrupción de las tablas con quilla, los haoles John Kelly, Fran Heath y Wally Froiseth, crearon un nuevo concepto de tabla, la “hot curl”. Redujeron el ancho de la popa de 18 a 5 pulgadas, adelgazaron los cantos, y dieron a la sección de la cola una forma más aerodinámica en forma de V. Aquella tabla les permitía surfear de un modo más rápido y radical sobre todo cuando las olas eran grandes.
Durante una de esas primeras olas, Froiseth exclamó: “These things really get you in the hot curl!”, dando con esta frase el nombre a este tipo de tabla. Sin embargo el nuevo diseño no tuvo un éxito inmediato entre los surfistas hawaianos. La relevancia de los avances que vinieron a partir de este tipo de tablas, sitúan a las “hot curl” como la puerta al diseño moderno de tablas de surf.